viernes

El encuentro de Diego y Elena

El abuelo conoce a la abuela.

Esta narración es textual, realizada en Tandil, a los 80 años de la abuelita Elena Campos de Torregrosa.

"En la casa de Isabel Carmona, tía política del abuelo, siempre había baile al fondo.
Me gustó un muchacho, tenía unos ojos muy lindos y sabía bailar el tango: yo le guste y el me gustó.

Enseguida nomás Diego fue hablar con mi padre.
 Mi padre no le dijo que si: le pidió referencias a Pedro Carmona y quién le dijo que Diego era una persona trabajadora, sembraba papá y vendía. Mi papá entonces accedió enseguida y nos hicimos novios: en 6 meses me casé.
Manuel mi hermano le tenía una rabia bárbara a Diego porque decía que me iba a tener con el "traste para arriba sembrando papa".
A mí no me interesaba lo que Manuel decía,  yo pensé qué era una persona con cultura como la mía aunque yo salí pasando quinto grado.
 Cuando Diego me mandó una carta de Bahía Blanca todo el amor se fue,  me desencanté (por la falta de ortografía) y me quedé sin ganas de verlo pero como la situación de papá se vino a menos y fue perdiendo la economía - se fue a vivir al campo afilar las ruedas del arado - papá le dijo a Diego que no quería saber de noviazgos largos.
Así fue como me casé.

Fuimos al civil.
Del civil a casa.
Compraron gallinas, Isabel las cocino. Le pidió vasos y fuentes a una vecina.
Pasé una noche de bodas tremenda ... yo no lo quería. Amaneció con cenizas... pasamos el dedo por la ventana.
A los 2 días nos fuimos a Tucumán en tren.
Diego tenía 25 años y yo tenía 16.
Una tía mía me había hecho una bombacha calzón,  me compró sábanas, un mantel hermoso a cuadritos rojo y blanco. Diego le había dado plata $100.
Con el tiempo comenzó a haber abundancia.
Antes de casarnos tenía un camión 0km y lo vendió para irnos a Tucumán.
En Tucumán empecé a quererlo más: me llenaba de amor, me hacía mimos, me sentía una persona.
Recuerdo que venían españoles a sembrar papá Argentina, todos zaparrastroso. Yo me enojé mucho con Diego y todos mis hermanos salieron a su favor. Así empezaron a apreciarse entre sí. Al tiempo tuve fiebre puerperal, vino un médico de Vela y me dio un antibiótico.
Después nos fuimos a vivir a Mar del Plata, Diego tenía un camión y llevaba tierra de un lado para otro para hacer caminos.
Después vendieron pollos en cajón,  pollos al Abasto, un camión lleno de jaulas .. iba a las chacras, compraba pollos y huevos. Tenía una máquina y a la luz veía los que estaban sanos, eran los transparentes.
Fue mayorista de pollos y huevos, era "pollero"  y desde que me casé vivimos en más de 30 casas. Vendía, ganaba y cada vez nos iba mejor.

2 comentarios:

marcelo dijo...

Patri...realmente me has conmovido con esto que has hecho...te felicito y aportare datos para ampliar. un beso.Tu primo

nieta de inmigrante dijo...

Qué alegría, Marce!!!!!
dale, aportá datos!!!!!!!
Te mando un beso.
Patri